LA MUJER DE PANCHO (Una historia de Nahuales)


LA MUJER DE PANCHO
(Una historia de Nahuales)

Por Álvaro Ramos




Con la llegada de nuevas personas a una comunidad pequeña, siempre salen a relucir historias y suposiciones, pero cuando la llegada de esas personas es de manera tan misteriosa y rodeada de tanto secretismo, es lógico que el miedo y la preocupación de la población se eleve a niveles increíbles. 

Cuando Pancho y su mujer llegaron a vivir al pueblo de "Matorrales", lo hicieron de la noche a la mañana, literalmente. Pasaban las 11 de la noche y una camioneta de carga llegó hasta una casa que tenia 3 años vacía, los anteriores dueños se habían ido de ahí por problemas relacionados con la inseguridad que se vive y tenían tiempo queriendo venderla y parecía que ya lo habían conseguido. Esa noche 3 hombres descargaron la camioneta y metieron las pocas pertenencias a la casa. Les habrá tomado unas 3 horas acomodar los muebles ahí dentro y una vez terminado el trabajo dos de ellos se fueron en la misma camioneta, solo se había quedado pancho. Algunos vecinos veían desde su ventana la llegada de esta persona solitaria que usaba la noche como escondite de algo o de alguien. 

Con el paso de los días Pancho se fue integrando poco a poco a la sociedad, hacia amigos rápidamente y su actitud de servicio y su siempre buen humor lo hacían muy querido por sus vecinos y sus conocidos. Pancho se dedicaba a la carpintería, de a poco fue trayendo sus antiguas herramientas y alguna maquinaria ya un tanto vieja, no parecía ganar mucho pero tampoco parecía importarle. Tenía algunas actitudes raras -cuentan sus vecinos-, algunas veces si tenia que salir por varias horas de su casa, dejaba puestas dos gruesas cadenas en la reja que da a la calle y algunas personas le veían arrojar al suelo puños de sal por las noches en las entradas de la casa. Quienes le preguntaban la razón de sus manías, recibían la misma respuesta: "es por protección, de donde yo soy se usa mucho la brujería, entonces así me protejo siempre".

Una noche los vecinos escucharon fuertes golpes y gritos que salían de casa de Pancho, los que pudieron y se atrevieron tomaron machetes y salieron con rumbo a la casa, pensaban que alguien estaba tratando de robarle o que de plano alguien le quería hacer algo, 3 hombres con machetes se acercaron a la casa y mientras mas se acercaban mas ruidos y gritos escuchaban, veían sombras a través de las cortinas, parecían 2 hombres peleando, pero la única voz que se escuchaba era la de Pancho, lo demás solo eran gruñidos y gritos. Desde la puerta los vecinos comenzaron a gritar: "¿Vecino todo bien? abra la puerta lo vamos a ayudar", de inmediato el ruido cesó y las luces se apagaron, pasaron 2 minutos y la puerta de la entrada se abrió.

- Buenas noches vecinos, disculpen el escándalo, no pensé que se escuchara hasta sus casas. Dijo Pancho con voz tranquila y una mirada de vergüenza.
- Es que escuchábamos gritos y ruidos de cosas que se caían, pensamos que alguien se había metido a robar...

De inmediato y como si fuera una visión, una mujer de cabello negro brillante, caderas amplias con piernas fuertes y torneadas y ojos claros que con la luz de la entrada se veían casi color miel, salió de atrás de Pancho y se presento: "Disculpen, no queríamos hacer mucho ruido, mucho gusto soy la mujer de Pancho".

Los hombres se veían unos a otros y veían a Pancho quien en todo momento se mantuvo con la mirada en el suelo, los hombres se presentaron y pidieron disculpas por el atrevimiento, los 3 apenados se dieron la vuelta y se fueron. 

- Yo también estaría destrozando mi casa teniendo esa mujer y haber pasado tanto tiempo sin verla -dijo uno de ellos, mientras los demás reían.

A la mañana siguiente la mujer de Pancho se paseaba por el pueblo, comprando cosas para la comida, cosas para la casa. La mujer llamaba la atención de los hombres y provocaba la envidia de las mujeres, todo en casa de Pancho parecía normal, excepto que su actitud había cambiado, pasó de ser aquel alegre y buen vecino a ser el tímido y opacado Pancho. Desde que su mujer había llegado, lo había opacado en todo, la que socializaba era ella, la que se encargaba de todo fuera de la casa era ella, y si bien no era una mala persona, los demás pobladores no confiaban en ella.

Habían pasado tal vez dos semanas desde la llegada de la mujer cuando una noche un vecino que venía de festejar un campeonato de fútbol, cuenta que vio salir a la mujer de Pancho por una de las ventanas y una vez estando en la calle la mujer tomo la forma de un perro negro y tomó camino rumbo a la carretera. El vecino venia pasado de copas, su mujer obviamente no le creyó, pero la envidia que aquella mujer provocaba hizo que aquello se corriera como pólvora por el pueblo. De buenas a primeras mas de 10 personas juraban haber visto algo parecido, incluso las historias llegaban al punto de decir que cierta noche alguien vio a un perro negro robarse una gallina de su patio y justamente al otro día, Pancho y su mujer comían caldo de gallina. 

Es muy común que en los pueblo se tenga miedo de los nahuales, algunas historias cuentan que son brujos o brujas que roban niños y los ofrecen en sacrificio con el fin de tener mas poderes de magia negra, otros dicen que es algo innato, que se trae de nacimiento y que una vez que controlas ese "don" puedes usarlo para el bien o para el mal, los mas extremos dicen que son enviados del diablo para castigar a quienes han vendido su alma. Por lo que en el pueblo creció una paranoia por descubrir a la mujer, noche tras noche había gente observando por sus ventanas algo inusual, nadie veía nada, no había rastros del perro negro y en cambio, todo en casa de Pancho parecía normal, hasta que cierta noche una camioneta bastante lujosa recorría las calles de terracería del pueblo con música a un volumen bastante alto, no era muy tarde, la gente seguía despierta y muchos curiosos se asomaban a ver que pasaba, la camioneta dio vuelta en una calle y avanzó justo hasta la casa de Pancho, ahí estuvo esperando por unos 5 minutos hasta que la mujer de Pancho salió, vestida con ropa muy pegada al cuerpo y arreglada como para una fiesta, zapatillas altas y unos pendientes enormes de oro, abordó la camioneta y se fueron con la música a todo volumen. Las habladurías en el pueblo no se hicieron esperar, nadie podía creer que le estuvieran pintando el cuerno a Pancho, un hombre trabajador, educado, amigable. "Lo mas seguro es que lo tengan curado" decían todos.

Cierto día en una de las cantinas del pueblo un hombre ahogado de borracho pedía que por favor no lo hicieran ir a casa, lloraba desconsoladamente, ya no tenia dinero para seguir tomando, pero no quería ir a su casa, decía tener miedo, el vecino que había iniciado el rumor de su esposa también estaba esa tarde tomando en la cantina y le ofreció ir a su casa para comer algo y descansar; Pancho aceptó. Unas horas después y ya con el hombre descansado y con algo de comida en el estomago, se pusieron a hablar. Ese día Pancho le contó a esa familia lo que en realidad sucedía y porque él ya no quería regresar a su casa.

"Yo conocí a esa mujer en un baile, ella era la mas hermosa del lugar, con su mirada y su cuerpo llamó mi atención, yo en aquel tiempo trabajaba en plataformas y me iba bastante bien. Recuerdo que esa noche me acerqué a ella y la invité a bailar, bailamos toda la noche y después fuimos a tomar unas cervezas, platicamos un buen rato y cuando me ofrecí a llevarla a su casa me dijo que no, que ella iba a otro lado pero que nos íbamos a volver a ver, así nos despedimos y me fui sin saber su nombre. Como cuatro días después yo ya me iba a trabajar a ciudad del carmen, pero tenía que tomar un camión y ahí estaba ella, se acercó y me dijo: te dije que nos volveríamos a ver. Ese día hablamos poco tiempo porque mi camión salía pronto y cuando nos despedimos ella me dio una pulsera de plástico para que me acompañara según ella. La maldita pulsera era un amarre, desde ese día esa mujer comenzó a aparecer hasta en mis sueños, yo estaba en el barco y me despertaba a media noche porque sentía la respiración de alguien a mi lado, de repente veía su rostro en la cara de alguna compañera, yo pensaba que estaba enamorado o algo así, pero no, después me explicaron que estaba bien amarrado. Cuando baje 15 días después, lo primero que hice fue ir a buscarla, no conocía su nombre ni su dirección pero por alguna razón sabia que estaría en el parque y efectivamente, en una de las bancas estaba ella sentada con una amiga, llegué y le dije que la invitaba a tomar algo, fuimos a un bar a comer y a tomarnos una botella de whiskey y ahí por fin me dijo su nombre: "Lucia". Esa misma tarde le dije que quería que fuera mi novia y ella aceptó, a partir de ahí todo lo que yo ganaba se lo daba a ella, siempre me quedaba con un poquito para ayudar a mi mamá, hasta que poco a poco deje de darle para darle todo a esa mujer, con el tiempo mi mamá se enfermó y murió y recuerdo que lo ultimo que le dijo a mi hermana fue, búscale una mujer a tu hermano para que se case. Yo tomé mal esas palabras y le pedí matrimonio a esa maldita mujer y fue ahí donde comenzó mi mayor calvario. El dinero no me alcanzaba, ella se lo echaba todo encima, incluso me obligaba a trabajar 1 mes de corrido y descansar 15 días para llevarle mas dinero a la casa, mis amigos me decían que yo era un cornudo y que estaba trabajando para el Sancho, pero no les creía, yo estaba muy ciego. Una ocasión ocurrió un accidente en la plataforma donde yo trabajaba y por seguridad nos mandaron a descansar antes de lo debido, inmediatamente me fui a mi casa, llegué al otro día por la noche y cuando llegue a la casa vi a un hombre en la ventana de mi recámara, cuando me vio se alejo y apagó la luz, entre rápidamente pensando que algún ladrón se había metido pero cuando llegué a la recámara no había mas que ropa de mi mujer tirada por el suelo y ella no estaba, tampoco encontré al hombre que vi por la ventana, yo le marque a su celular y el celular estaba ahí en una cómoda de madera. Salí como loco a buscarla a casa de mis vecinos de toda la vida y ellos me dijeron que pasara, ya adentro me dijeron que habían visto a mi mujer meter a un hombre cuando yo no estaba, pero que nunca lo veían salir, incluso que veían que ella salia a altas horas de la noche y no la veían regresar y me dijeron: "el que también se va por varios días es tu perro"; yo no tenía perro. Le comenté lo sucedido a mi hermana y me dijo recomendó que habláramos con una madrina que sabía de eso, ella me pidió una ropa sucia de mi mujer y un cabello. Dos días después fuimos a verla con lo que nos había pedido. Ahí la madrina de mi hermana me dijo que mi mujer era un nahual y que se transformaba en perro, que me tenia amarrado y por eso yo no me daba cuenta de nada, que el hombre con el que me engaña debe ser un nahual también y que incluso debe ser su pareja de siempre, me dijo que esa mujer estaba sacándome todo mi dinero para vivir con su amante y que cuando no tuviera nada mas, me iba a dejar o algo peor. Según la madrina de mi hermana, ella no podía deshacer el amarre puesto que yo había jurado ante Dios y ante el diablo (sin darme cuenta) amarla hasta que la muerte nos separe, que eso era un trabajo muy fuerte que debía hacerse con mucho cuidado porque si algo salía mal, las consecuencias podían ser fatales. Pero me pudo recomendar métodos temporales de protección, me dijo que la sal produce en los nahuales un efecto repelente y que incluso si yo lograba descubrir donde guardaba la piel del animal en que se convertía, lo podía curtir en sal para que cuando ella se convirtiera no pudiera regresar a la forma humana, pero nunca encontré la piel del animal. Me dijo que recitara algunos salmos de la biblia que me mantendrían oculto ante los ojos de ella temporalmente y que me bañara constantemente con un jabón especial que alejaría mi olor de su olfato canino, obviamente nada de esto duraría para siempre. De alguna manera esta mujer se dio cuenta que yo me protegía de sus "trabajos" y con el tiempo se comenzó a meter con mi familia, mi hermana enfermó al igual que mi sobrina, los doctores no le encontraban  remedio y tuvieron que ir con un brujo para que les quitara el mal que tenían. Yo renuncié a mi trabajo porque pensaba que si no tenia dinero ella me dejaría por alguien mas, pero fue peor, me amenazaba con matar a algún ser querido o hacerle algo peor si no le daba yo cierta cantidad de dinero, así sufrí casi 4 años hasta que un día desaparecí, me fui al estado de Morelos a vivir y a trabajar en una maderera, mi hermana y yo manteníamos comunicación por medio de una ex novia que era amiga de mi hermana y que no había conocido mi mujer. Me tranquilizó escuchar que mi mujer había vendido la casa y se había ido de ahí, al menos ya no le haría daño a mi familia y ya no me buscaría, pasaron unos 7 meses y yo ya estaba tranquilo, incluso había comenzado una relación con una muchacha, cuando de pronto una noche igual que aquí se apareció haciendo un alboroto en la casa que rentaba e incluso en frente de mi se convirtió en animal para demostrar de lo que era capaz. No me quedo mas remedio que soportarla, me tiene muy atormentado y con miedo, me quiero morir. En Morelos conoció a otro incauto con dinero y se fue con él, al parecer para hacerle lo mismo. De ahí viví en 2 lugares diferentes hasta que llegué aquí, pensé que este lugar alejado y con gente que no me conocía sería perfecto para mantenerme oculto un buen tiempo, además la casa se vendía a un precio muy accesible y use mis últimos ahorros para comprarla y poner el taller de carpintería, pensé que ya no me buscaría pero me encontró y ahora no se como quitármela de encima. De verdad he pensado en matarme para acabar con esto, pero no quiero dejar a mi hermana sola, soy la única familia que le queda aparte de sus hijas y su marido"

Los vecinos escuchaban la historia pasmados de sorpresa y miedo, después de que ellos habían comenzado el rumor de que la mujer de Pancho era bruja, resultó ser cierto. Al principio no sabían que decirle, la única idea que se les ocurrió fue que durmiera unos días en la capilla del pueblo, en lo que pensaban todo que hacer para correr a la mujer de ahí. Pancho apoyado por sus vecinas pidieron permiso para dormir ahí y el sacristán accedió. Dos noches pasó sin salir de ahí, solo veían como ese perro negro caminaba afuera de la capilla por las noches ladrando y gruñendo. Al tercer día un vecino le dijo a Pancho que tenían una idea, pero él tenia que regresar a su casa y provocarla para que se transformara y tratara de retenerla lo mas posible, mientras tanto ellos llenarían de sal afuera de la casa para que no pudiera salir y una vez encerrada la matarían. 

A Pancho le pareció un poco extrema la idea de sus vecinos pero no le quedaba de otra, se armó de valor y fue a su casa a enfrentar a su mujer, esa noche cuando la mujer volvió a la casa, comenzaron a pelear y Pancho se le enfrentó como nunca lo había hecho. Por toda la cuadra se escuchaban gritos aterradores y golpes, lo vecinos corrieron con sacos de sal a formar un circulo al rededor de la casa y llenaron las ventanas y las puertas de sal también, después se armaron con palos y machetes, solo uno contaba con una pistola como ultimo recurso. Los hombres entraron a la casa en busca de la mujer que al verlos a todos se convirtió en perro frente a los ojos de todos y trató de escapar, cuando el animal salió de la casa y sus patas tocaron la sal, comenzó a aullar de dolor, la sal le quemaba las patas y no le permitía dar mas de 2 pasos sin sentir dolor, por lo que el animal buscaba desesperado un lugar por donde escapar, los hombres le arrojaban lo que tuvieran a la mano, logrando algunos hacerle daño, hasta que el primer machetazo le dio fuerte en la zona de las costillas, un aullido de dolor se escucho en casi todo el pueblo y vieron al animal ponerse en 2 patas como queriendo regresar a su forma humana, pero los hombres no lo permitieron comenzaron a pegarle en la cabeza y las piernas hasta dejarlo inconsciente. Cuando el animal no se pudo mover mas y parecía no respirar, entre todo lo sacaron y lo llevaron camino arriba hacia un cerro donde lo quemaron, le arrojaron gasolina y le prendieron fuego. Mientras el cuerpo de aquel animal se consumía, los vecinos y Pancho vieron las luces de un auto acercarse, pensaron que era la policía por todo el escándalo que habían provocado, todos tenían la coartada perfecta: un perro con rabia se había soltado y se había metido a casa de Pancho, por eso los vecinos lo mataron y para no dejar el cuerpo descompuesto ahí, decidieron quemarlo. Parecía un plan muy inteligente, pero la sorpresa fue que no era una patrulla de policía, era una camioneta con vidrios oscuros, del interior bajó un hombre que observaba todo desde la lejanía y fumaba un cigarro, los vecinos tomaron sus machetes, habían visto esa camioneta antes, era del hombre que venia por la mujer de Pancho una vez al mes por la noche. Aquel hombre no hizo nada, cuando su cigarro se consumió por completo abordó su camioneta y se alejó sin decir una sola palabra.

Después de esa noche, Pancho no volvió a ser el mismo, se le veía con mucho miedo y lo veían hablar solo por las calles, además que se había vuelto tomador. Uno de sus vecinos localizó a su hermana y le contó lo que pasaba con Pancho, a los pocos días la hermana fue por él y sus cosas en un camión de mudanza. Pancho regreso con su familia y puso esa casa en venta, al día de hoy ningún poblador de ahí la quiere comprar. Tal vez por miedo a que un día regrese el nahual o por miedo a que queden restos de brujería, la que practicaba ahí la mujer de Pancho.

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