EL MALEFICIO

Historia relatada por Julio, alias "el bigotes".

Escrita y adaptada por Álvaro Ramos.

EL MALEFICIO

Por Álvaro Ramos

Yo conocí al "bigotes" hace 5 años, él trabaja como bolero (en México los boleros son las personas que dan lustre a los zapatos). Desde que llegó a trabajar en las oficinas, siempre fue una persona muy amable, educado, accesible y muy conversador.

Cierto día, después de la hora de la comida, "el bigotes" se acercó a mi y me pidió un consejo. El tema que abordaba era un tanto personal pues quería que le recomendara a un brujo o bruja. Es de mencionar que yo soy originario de una región en México que es famosa por ser el lugar donde se concentra una gran cantidad de personas que practican la brujería, la chamanería y la santería. Fue por eso que "el bigotes" se acercó en busca de consejo.

Al principio no sabía que decir, lo escuchaba con atención, quería creerle, miraba sus ojos buscando la mentira, pero no la encontraba, se veía realmente desesperado, buscaba sentirme participe de su desesperación, pero no tenía palabras para reconfortarlo. No suelo estar en contacto ni soy muy afecto a ocupar los servicios de chamanes o brujos, de hecho, no conozco de manera personal a ninguno, pero la historia de Julio era tan detallada y tan perturbadora que de alguna manera quería poder ayudarlo. Por lo que esta historia más que un simple relato se convierte en un llamado de ayuda para quien sepa cómo resolver su situación. Este es su relato:

"Yo comencé a tener problemas desde ya hace bastantes años mi jefe, al principio eran problemas cotidianos, de los que uno pensaría que no hay problema, pero con el tiempo se fueron haciendo cada día más fuertes, con decirle que he estado preso 2 veces por crímenes que no cometí. La primera vez yo trabajaba en una taquería, un conocido de mi pueblo me había rentado un carrito de tacos para apoyarme, mi mujer estaba embarazada y con lo que yo sacaba de bolear zapatos no alcanzaba. Una noche hubo un baile y para los que vendemos comida esas noches pues son muy buenas en ventas, ese día después de terminar el baile, mucha gente se acercaba a cenar, fue una buena noche y vendí casi toda la carne muy rápido, ya al final me quedaba muy poca carne y un tipo muy borracho se acercó gritando que quería 5 tacos, yo le dije que ya no tenía, que buscara en otro lado, el tipo comenzó a insultarme y a hacerme menos por ser taquero, me exigía a gritos que le sirviera 5 tacos y yo le repetía cada vez más molesto que ya no tenía carne, que la carne que tenía en la parrilla era para los últimos tacos del cliente que estaba a su lado. De inmediato el hombre, sin importarle lo caliente de la parrilla, deslizó su mano sucia hacia la carne y tomo un puñado, mismo que me aventó directo a la cara. Yo puedo ser una persona muy pacifica, pero cuando a uno lo insultan se defiende. Inmediatamente tomé el cuchillo y salí a enfrentarlo, el tipo corrió como pudo y yo hice lo mismo, no le iba a hacer daño, solo quería espantarlo para que no volviera. Esa noche cerré el puesto y me fui a mi casa. Al otro día mientras trabajaba en una cantina como lo hacía diario, un par de policías entraron y me detuvieron por el asesinato de un hombre. Resultó que aquel hombre borracho con el que tuve el problema la noche anterior, había aparecido muerto en un callejón, tenía una herida de bala en el costado y el tiro de gracia y según las investigaciones de la policía, la única persona con la que había discutido antes de morir era yo, todo según los testimonios recabados con algunos testigos. Estuve preso 7 meses, me hicieron pruebas de lo que sea e incluso me golpeaban en el cuerpo para que yo confesara, pero nunca lo hice, mi abogado me decía que aguantara lo suficiente y así fue. Durante todo ese tiempo yo me había hecho devoto de la Santa Muerte, le pedía mucho que me ayudara, que me dejara salir, yo quería ver a mi hija recién nacida y a mi mujer. Un compañero de celda me que ya estaba muy próximo a salir en libertar me regaló una imagen de la Santa Muerte para que me cuidara, yo la atesoraba mucho, al poco tiempo encontraron al culpable de ese asesinato y 3 asesinatos más y me dejaron en libertad. La segunda vez fue algo parecido, tuve un problema con una vecina con la que años antes ya había tenido problemas y en esa ocasión mientras ella se encontraba fuera de la ciudad, alguien entró a su casa y le robó. Por supuesto ella me acusó directamente a mí por los problemas de antaño y de nuevo fui preso. La mujer presumía tener algunos conocidos en la fiscalía y en el ayuntamiento, por lo que fue fácil para ella meterme preso, incluso en uno de los careos ella me dijo: "te advertí que no te metieras conmigo, ahora vas a ver de lo que soy capaz", pero nadie hizo nada. Durante esa segunda estancia en la cárcel yo ya era más devoto de la niña blanca, ella siempre me cuidaba y cuando en aquel momento comencé a rezarle, ella me ayudo a salir de ahí, por lo que, para demostrarle mi amor por ella, me tatué en la espalda su imagen, aún conservaba aquel regalo que mi ex compañero de celda me había dado y también había comprado una cadena con un dije, de alguna manera eso me hacía sentir más protegido. En aquella ocasión solo estuve 2 meses preso y justo como la vez anterior, encontraron a los culpables del robo cuando intentaron vender algunas joyas de aquella mujer y una televisión. De nuevo salí libre gracias a la ayuda de mi Santa".

"Ya estando libre seguí con mi vida, trabajaba por las mañanas boleando zapatos y por las noches atendía el bar de un hombre que prefiero no mencionar, al cual conocía desde joven. Cierta noche al bar llegó una cara familiar, era mi ex compañero de celda en la cárcel. Fue directo a la barra y me saludo con mucha emoción, le daba mucho gusto verme libre. Esa noche estuvimos platicando bastante rato, yo le agradecí mucho por aquel regalo y por involucrarme en el culto y veneración a la Santa Muerte, él me dijo que no era nada que ahora me tocaba a mi ayudar a alguien más de la misma manera en que el me ayudó a mí. Antes de irse abrió la mochila que llevaba con él y del interior sacó una figura de yeso de la santa muerte y me la obsequió. Me dijo que a él lo había ayudado mucho a salir adelante y que esperaba que hiciera lo mismo conmigo. Esa noche llevé la figura a mi casa y la guardé para mostrársela a mi mujer al otro día; Esa noche soñé con fuego".

"A mi mujer no le agradó mucho la sorpresa, de hecho, ella es muy católica y no acepta la existencia de la Santa Muerte; le teme. Pero yo le explique que no era mala y que incluso me había ayudado mucho. Mi mujer aceptó que la conservara, pero nada convencida, solo lo hacía porque sabía lo que significaba para mí".

"No le puedo decir que ese fue el momento que comenzó todo, pero sí que la presencia de la Muerte en mi casa me causaba muchos conflictos. Las peleas con mi mujer eran muy constantes, mi hija pequeña se enfermaba muy seguido, yo en aquel momento tenía 2 trabajos por decirlo así y el dinero alcanzaba menos que antes cuando solo tenía uno y además de todo seguía teniendo sueños extraños en los que veía incendiarse la casa de un vecino que tenía años sin vivir ahí. El tiempo pasaba y mi mujer estaba harta de todo, de la falta de dinero y de la energía negativa que se sentía, por lo que tomó una decisión, o se quedaba mi figura de la Santa Muerte o se quedaba ella con mi hija, obviamente decidí por mi familia. Esa tarde llegué al bar y el dueño estaba ahí, le explique la situación y le conté toda la historia, mis sueños y todo lo que me venía pasando, él me dijo que si quería el me aceptaba la Santa Muerte y la pondría en el bar para que yo la pudiera ver todos los días. La idea me pareció buena, así yo podría seguir haciéndole ofrendas y rezándole a diario. En ese momento se la entregué e hicimos lo que se podría llamar un bautizo, ahora yo era el padrino de esa figura y el dueño del bar era mi compadre. Una semana después de eso, el dueño del bar compró el terreno de mi vecino, tiró la casa y bordeó el terreno. Esto según porque en ese terreno iba a construir una pequeña alberca para fiestas, pero no era esa la razón. Una tarde llegué al bar y me recibieron con la noticia de que estaba despedido, el nuevo encargado me entrego un sobre con dinero y me pidió que firmara una carta de renuncia, todo por orden del dueño. Lo hice, al final de cuentas el dueño sabe porque hace las cosas, aun así, decidí irlo a buscar a su casa para darle las gracias por todo, pero no me recibió. Trate de hablar con él durante días pero nunca lo encontraba, cierta noche llegó a mi casa un conocido, se caía de borracho y lloraba, dentro de las cosas que me decía era que el dueño del bar me había corrido porque una bruja le dijo que la Santa Muerte que yo le había regalado cargaba oro y que los sueños que yo tenía de fuego significaban que en ese lugar había oro enterrado, justo en el lugar donde yo soñaba que se quemaba algo, la bruja le dijo que tenía que buscar ahí y encontraría riquezas. El hombre de inmediato compro el terreno y comenzó a cavar, la historia de la alberca era mentira y la barda era para que nadie viera lo que pudieran sacar de ahí. La persona que me fue a contar esto conocía la historia porque él era parte de los albañiles que trabajaban en el terreno y estuvo presente en el momento en que encontraron las 3 vasijas llenas de oro, me dijo que el dueño del bar les había pagado con por adelantado 2 semanas de trabajo y que cuando encontraron el oro, a cada uno les dio el equivalente a 20 mil pesos en pura cedacería de oro, todo a cambio de su silencio y los amenazó: si alguien de ustedes le dice algo de esto al bigotes, lo mando matar. Al parecer a mi conocido le remordía la conciencia de saber que eso pudo ser mío y lo deje ir y pensaba que el hombre en agradecimiento me iba a dar algo, pero no".

"Pasé varios días pensando en eso, le comenté a mi mujer y ella solo me dijo que lo que no era para mí no iba a ser nunca, yo esperaba más apoyo, yo esperaba una disculpa por hacer que regalara la figura, pero no, ella se aferraba a que para tener dinero hay que trabajar".

"Con el paso de los días tomé la decisión de comprar en secreto otra figura de la muerte y pedirle al hombre del bar que fuera padrino de mi Santa, por lo que fui a su casa y esperé varías horas hasta que llegó. El hombre bajó de su camioneta muy enojado, y sin dejarme hablar me dijo: `ya se a qué vienes y la respuesta es no, no te voy a devolver nada. Tú me regalaste esa Santa Muerte y con ella todo lo que me ha dado, eres muy pendejo si crees que voy a dejar que me quites lo que ella me ha regalado, tú la dejaste ir por pendejo, así te advierto, es la última vez que tú te acercas a mi casa, a mi familia o a mis negocios, si te veo cerca te mato´, me dio un empujón y se metió a su casa de prisa, sin dejarme explicarle la razón por la que yo lo quería ver. Yo no dejaba de recriminarme por haber regalado esa figura que tantas bendiciones tenía para mí, me sentía molesto con mi mujer, la culpaba de todo, la culpaba de que yo trabajaba como burro y que no podía ni ayudar a mi hija la mayor con su hijo, estaba yo muy deprimido, no sabía que hacer hasta que un primo me recomendó ir a ver a una bruja para que me ayudara a sacarme las malas energías y pues a esas alturas no tenía nada que perder, más que dinero"

Lo último "el bigote" lo contaba con un poco de risa, habían pasado más de 2 años desde que comenzó a ir a ver a la famosa "bruja" regularmente, él cuenta que cada visita le costaba entre 300 y 500 pesos, por lo que tenía que trabajar mucho para poder acudir a sus sesiones. A la fecha en que me contó a mí su historia, las situaciones malas seguían ocurriendo y Julio sentía que la mujer estaba aprovechándose de él y nunca le resolvía nada. La última vez le había pedido 30 mil pesos para hacerle un trabajo que lo libraría de todo el mal que le estaban haciendo.

Y la historia continuaba:

"La primera vez que fui a ver a la mujer esta, me recibió y me dijo mi nombre. Pensé que era muy fácil reconocerme, en algún momento mi primo le dijo que iría a verla y por la descripción pues me había reconocido. Me invitó a pasar a su sala y quiso platicar conmigo, quería saber que era lo que me había llevado a su casa y le contesté que llevaba meses o hasta años teniendo una mala racha y quería ver si ella me podía ayudar en algo, su respuesta fue: puede que tenga algo que ver con la mujer de negro que traes cargando en la espalda (me di cuenta que se refería a mi tatuaje), muchas veces ella trata de decirte cosas y no la escuchas, esa mujer brilla, pero va perdiendo brillo, tu dejaste ir una oportunidad de salir adelante, pero no fue casualidad, ni fue porque hayas entregado tu suerte, la prueba es que la mujer que cargas en la espalda todavía brilla, el problema contigo es mayor. Hay alguien que te tiene trabajado, te hicieron un trabajo desde hace años y entonces nada de lo que hagas o nada de lo que te propongas se cumple, es una mujer, alguien del pasado. Yo trataba de hacer memoria, pero no recordaba que ninguna de las mujeres con las que viví que me odiara tanto como para hacerme algo así, le dije que no tenía idea, que nunca he sido de tener problemas con mis mujeres, excepto con mi actual mujer con la que ya tenía problemas muy seguido. La mujer me dijo que no era ella, que incluso veía que ella pedía mucho por mí y me cuidaba siempre. Le dije que por favor me dijera quien era y ahí comenzó la sacadera de dinero. Primero me pidió 200 pesos, pero yo solo cargaba conmigo el dinero de la casa y un anillo de plata que me había regalado mi señora madre, pues la mujer me pidió el anillo y se lo día. Ella me reveló que la mujer que me tenía trabajado era una mujer mayor, una mujer podrida por dentro y con la capacidad de hacerme daño ya fuera por medio de brujería o por medio del dinero que ella tenía, que yo en el pasado le provoqué tal enojo que al día de hoy no me lo perdona y me quiere ver hundido. La única persona con esa descripción era mi vecina, la que me odiaba por un problema familiar que al principio no tenía que ver conmigo pero que las circunstancias me fueron involucrando hasta que tuvimos ese altercado. Yo tratando de poner a prueba las verdaderas capacidades de la supuesta bruja le dije que no conocía a nadie así, y me dijo que claro que la conocía que incluso ya me había metido preso en el pasado y que, si quería verificar su historia, podía buscar afuera de mi casa, retazos de ropa que ella roba de mi tendedero y las corta y las trabaja con alcohol y otras hierbas para desearme la miseria".

"Esa tarde regresé rápido a mi casa y busqué al rededor y efectivamente había en la banqueta y en el terreno pedazos de ropa cortadas con tijeras y que tenían un olor bastante feo. Eso me convenció de que la bruja me podía ayudar. Al inicio iba cada semana, hasta que ya no pude pagarle y dejé de ir, durante esas semanas solo me daba de tomar unos tés de hierbas y me daba recetas muy básicas de protección; cosas con listones, espejos y velas que nunca daban resultado. Un día yo había hecho un trabajo de albañilería en Xalapa y me habían pagado muy bien, use parte de esa paga para ver a la bruja y ofrecerle que me ayudara de una vez por todas a quitarme el trabajo que la vecina me había hecho. Ella me dijo que con esos 2 mil pesos no me alcanzaba, pero que con eso podía ayudarme a hacer una contra que haría que parte del mal que me había hecho se le regresara, yo acepté de inmediato, quería venganza a como diera lugar, dentro de todas cosas que me hizo comprar incluía: sal, velas, alcohol, listones y conseguir 2 ramas de una hoja que da un olor bastante fuerte que no recuerdo su nombre, me explico cómo hacer todo y lo hice. Dos días después la vecina llegó a mi casa para amenazar a mi mujer, le dijo que si yo le seguía haciendo brujería se iba a desquitar con mis hijas; 1 mes después la casa donde mi hija mayor vivía con su marido se incendió por un corto del ventilador. Mi hija y su marido perdieron lo poco que tenía, yo todavía sigo ayudándolos a recuperar sus cositas, pero por un tiempo no tenían donde dormir, vivían conmigo. Yo juré que me iba a vengar de esa mujer a como diera lugar y fue cuando la bruja me pidió los 30 mil pesos para de una vez por todas acabar con esto. Al día de hoy no he podido conseguirlo".

Al bigotes se le suelta una lagrima y me dice: "mi jefe, en enero pasado, el día primero para ser exactos, mi hermano con sus hijos y su esposa habían venido a ver a mis papás desde el DF y se fueron a unas albercas cerca de Carrizal, iban todos en su carro (mis padres, mi hermano con su esposa, sus 3 hijos, uno era un bebé, y 4 sobrinos), mi hermano había tomado la noche anterior y estaba desvelado, con la carretera en mal estado y con el cansancio de mi hermano, se infiere que en algún momento se quedó dormido y se salió de la carretera, el auto dio vueltas hasta que se detuvo con un árbol. En el accidente murió mi madre, ya no llegó al hospital, una sobrina quedó prensada y la tuvieron que sacar con herramientas, murió a las pocas semanas por una hemorragia, mi padre estuvo en coma y cuando despertó nadie le quería decir la noticia de mi mamá. cuando se enteró se deprimió tanto que dejó de comer y finalmente por su diabetes se le complicaron algunas cosas en la pierna y murió. Mi hermano quedó devastado, se culpaba de haber matado a nuestros padres y a una sobrina. Lo más extraño fue que el jura que no se durmió, al contrarió dice que si bien si estaba cansado, él dio un giro brusco al volante porque vio que alguien estaba a mitad del camino y quiso librarlo. El resto es historia".

El bigotes me pedía ayuda, él sabía que de alguna manera esas tragedias se relacionan con lo que él llama un trabajo maligno y que aunque la mujer que él busca de vez en cuando para que lo ayude termina solo por sacarle dinero y no resolver nada, necesita ayuda, necesita revertir de alguna manera el mal que le han hecho. Al día de hoy no he podido ayudarlo, pero espero que pronto solucione su problema.

*** Epílogo ***

Regularmente acudo a las oficinas donde el bigotes trabaja de bolero y algunas veces lo veo, trato de no abundar en el tema porque no tengo una solución, no pude conseguirle a una bruja o brujo que lo pueda ayudar, en parte porque no quiero que si le fallan piense que yo fui parte de esa estafa. Sé que sigue teniendo una mala racha y que no han terminado las tragedias en su vida y que sigue buscando ayuda. Eventualmente me cuenta algo, me actualiza su historia, pero todo lo que me cuenta no cabría en un solo post. Quizás con el tiempo iré actualizando un poco más la triste historia del Bigotes, pero por lo pronto hasta aquí la dejamos. Dejo un link con una de las pocas notas que salieron en aquel momento sobre el accidente de su familia... http://avcnoticias.com.mx/resumen.php?idnota=171110